El último informe de la Guardia Civil sobre el caso Koldo señala a José Luis Abalos en el epicentro de una trama corrupta. Pero hay más nombres, según los investigadores. Sobresalen la figura del empresario Víctor Aldama y del comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba. Se desata la trama, detienen a Koldo. Y Rubén Villalba comienza a ponerse nervioso. Así se lo confesaba a uno de sus agentes. Villalba, implicado en el caso, utilizaba a 14 de sus subordinados para hacer recados relacionados con la trama del exasesor de Ábalos. Recados como llevarle de un sitio a otro, hacer barridos de seguridad para Víctor Aldama, colaborar para blanquear el dinero de los pagos de Aldama a Villalba o propocionarles teléfonos que no serían rastreados. Pero cuando todo estalla y comienzan las detenciones, el comandante investigado decide cortar toda comunicación con los implicados de la trama. Se lo reprocha uno de sus agentes, por miedo a posibles represalias por si piensan que les han dejado tirados. En sus conversaciones, siempre aseguraban que ellos no habían hecho nada malo, aunque Villalba fue detenido poco después el 3 de marzo de 2024. Entonces, los catorce agentes les explican a los investigadores que ellos no hacían preguntas. Cumplían órdenes, ya que Villalba era su superior jerárquico.

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