Tormenta política por el Festival de Eurovisión. Sánchez hoy ha pedido prohibir participar a Israel y ha criticado la doble moral de quienes no se quejaban cuando se hizo lo mismo con Rusia. Una petición a la que se suman sus socios de Gobierno, aunque estos le piden más: cortar todas las relaciones diplomáticas con el país, igual que Podemos. Todos ellos han apoyado el mensaje que emitió la televisión pública en respuesta a la amenaza de multa de los organizadores si se mencionaba a las víctimas palestinas durante la gala. Mismo mensaje que ha criticado duramente la derecha. Vox ha pedido el cese del director de RTVE. El PP ha llegado incluso a responsabilizar al Gobierno del pobre resultado de la representante española. Ayuso habló de secuestro y politización bochornosa de la televisión española en manos del Gobierno. Pero el mensaje que se emitió no es el único roce, el público de España acabó dando su mayor puntuación a la representante israelí. Es lo que le molesta al Gobierno, dice Almeida. La polémica traspasa fronteras. El ministro israelí de la Diáspora respondió al Gobierno español de manera directa y contundente por esa votación de la audiencia española, prueba del tenso momento que están atravesando España e Israel en sus relaciones diplomáticas.