Pilar Sánchez Acera, la antigua jefa de Gabinete del hoy ministro Óscar López, envió a Juan Lobato un documento del abogado del novio de Ayuso para que él lo sacara en la Asamblea de Madrid, pero el antiguo líder de los socialistas madrileños prefirió esperar a que lo publicara un medio para exhibirlo y escogió mostrar lo que se había publicado. En el Supremo, Sánchez Acera ha querido dejar claro que lo que ella envió no era el correo, sino el escrito del abogado, sin remitente ni destinatario. Sánchez Acera ha querido dejar claro que ella no lo compartió con nadie más y ha sacado de la ecuación a Moncloa. Dice que no recibió instrucciones de difundir nada, que tampoco lo recibió de la Fiscalía, donde no conoce a nadie, y que no se acuerda de quién se lo mandó a ella. Algunas fuentes afirman que le ha dicho al juez que fue un periodista, otras lo niegan. El caso es que no ha señalado a nadie en concreto. Tras ella, comparecencia de Francesc Vallés, exsecretario de Estado de Comunicación. Según su versión, no tenía el correo y fue un mero espectador.

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