Sánchez se propone poner coto a las universidades privadas. Cree que no igualan la calidad de la pública y por eso quiere endurecer los criterios de creación de este tipo de centros. Pedirán un informe vinculante a la agencia de evaluación nacional, que tengan al menos 4.500 estudiantes durante los primeros cinco años de funcionamientos y también tendrán que garantizar un 10% de plazas de alojamiento. Además, se exigirá experiencia en gestión universitaria y requisitos más estrictos en cuanto a la investigación. Una batalla que cuestiona el PP señalando que el propio Sánchez estudió en una universidad privada. Si miramos los datos, la oferta privada ha crecido exponencialmente. Hay 50 universidades públicas y no se abre ninguna desde 1998. En el mismo periodo en España se han creado 26 centros privados y hay casi una decena en estudio. Una tendencia que se observa también en las matriculaciones. Desde 1998 han caído un 18% en la pública, mientras que en la privada han aumentado un 368%. Una situación que, según el Gobierno, se debe sobre todo a que muchas comunidades ahogan sin inversiones a la pública para favorecer a la privada.

-Redacción-