Rocío Monasterio dimite como diputada en la Asamblea de Madrid y abandona la política
Ayer Santiago Abascal le quitó la presidencia de Vox en Madrid

Rocío Monasterio espera. Tienen que probar que el sonido vaya bien. Va a necesitar el micrófono para un anuncio importante. Se va, deja la política que ha desempeñado con las siglas de esa carpeta: Vox. Era el único cargo que le quedaba. El acta en la Asamblea madrileña como diputada y portavoz del partido que fundó con Santiago Abascal. Ese ha sido el tono de Monasterio en su despedida. Muy dura y crítica con Abascal que ayer decidió quitarle la presidencia de Vox en Madrid que había ganado en unas primarias que ya no existen en Vox como ha recordado. Es la crónica de un divorcio anunciado. Monasterio había ido perdiendo protagonismo en Vox, y su relación con Abascal se había deteriorado. Hoy él, antes de conocer la salida de Monasterio, normalizaba su cese como presidenta de Vox Madrid. Monasterio volverá a su trabajo anterior, la arquitectura. En sus manos el documento que certifica que se va como también hizo hace un año su marido, Ivan Espinosa de los Monteros. Último paseo como política de Vox.
-Redacción-