Con la mirada puesta en el referéndum unilateral del 1 de octubre de hace seis años y un objetivo presente. "El conflicto con el Estado español sólo se puede resolver votando. La amnistía, por sí sola no resuelve el conflicto". Así se ha referido el presidente de la Generalitat de Cataluña a las demandas sociales de su ejecutivo en plenas negociaciones por una investidura de Pedro Sánchez de la que dependen los votos de las fuerzas independentistas. Para Aragonès, la amnistía debe ir acompañada del derecho de autodeterminación para desencallar la situación: "la amnistía para culminar el final de la represión. Y autodeterminación para resolver definitivamente el conflicto de soberanía con el Estado". Mensaje institucional al que se suma el del expresident, Carles Puigdemont, que desde Bélgica, en sus redes sociales, recuerda lo ocurrido en 2017 como la fórmula original a la que conviene volver. Frente a un Estado que se ha lanzado simbólicamente a un contenedor quemado en una protesta de la ANC en la plaza Urquinaona de Barcelona. Pedro Sánchez, Mariano Rajoy, el juez del Procés en el Supremo, Manuel Marchena, y hasta el rey Felipe, bocabajo y depositado en el contenedor por la presidenta de esta organización independentista. Crítica con el Estado pero también con últimatums para Junts y Esquerra. "La única fecha histórica que queremos es la de la independencia. Esta es la que queremos, ningún pacto histórico más, ni mandanga histórica. Que convoquen elecciones si no quieren la independencia", ha dicho Dolors Feliu minutos antes de participar en una manifestación en la que un millar de asistentes han lanzado mini urnas frente a la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Vía Laietana. Con columnas de CDR's que han marchado, también, a la cárcel Modelo y un simulacro de votación independentista, como hace seis años, en Òrrius, un municipio de Barcelona con menos de 800 habitantes.

-Redacción-