Quien hoy ha vivido un momento desagradable antes de llegar al Congreso ha sido Óscar Puente, el diputado socialista encargado en esta investidura de dar las réplicas a Núñez Feijóo. Ocurría esta mañana en Valladolid, en la entrada al vagón del AVE. Un pasajero increpaba al diputado socialista y exalcalde de la ciudad, quien ante su insistencia, exigía la presencia de la Policía. La Policía Nacional interviene, toma datos de los testigos y, 45 minutos tarde, permite partir al convoy con uno y otro compartiendo vagón. Y al llegar a Madrid, se repite la escena. Además del trastorno al resto de pasajeros, circunstancia más que incómoda.Crispación palpable que se ha vuelto a presenciar también en la propia carrera de San Jerónimo contra parlamentarios de izquierdas o nacionalistas. Episodios que en nada destensan la tirantez política. Tirantez palpable como con la presidenta de las Cortes aragonesas y su descortesía a la ministra Irene Montero. O las palmaditas en la cara de un concejal del PSOE al alcalde de Madrid (que da por zanjada la historia). Con, reacción fulminante de la dirección socialista, la dimisión del edil.

-Redacción-