Si el rey Felipe VI instaba esta semana en su discurso de Nochebuena a los partidos políticos a frealizar un esfuerzo por la convivencia, lo que está por venir en 2026 no hace pensar que su petición vaya a ser escuchada. El próximo año están previstas, al menos, tres elecciones autonómicas en el primer semestre del año: Aragón, Castilla y León y Andalucía. Comicios que, tras la debacle socialista en Extremadura, permitirán comprobar hasta qué punto la deriva a la derecha de la sociedad española se está agudizando. Todo ello en medio de un apretado calendario de citas judiciales sobre algunos de los casos de presunta corrupción que afectan tanto al entorno familar de Pedro Sánchez, como a su partido y su Gobierno. Al mismo tiempo, se espera que continúen las investigaciones sobre otros escándalos, y que se resuelva o no el capítulo del fugado Puigdemont, clave para que el Ejecutivo pueda recuperar el pulso de la mayoría parlamentaria perdida en este 2025.