La tensión entre Rusia y Europa ha dado un nuevo salto este martes después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtiera de que los aliados no dudarán en defender su territorio “incluso derribando cazas rusos si es necesario”. Moscú reaccionó con dureza, acusando a la OTAN y a la Unión Europea de haber declarado “una verdadera guerra” contra su país y amenazando con represalias si se produce un derribo. En paralelo, la Unión Europea celebra hoy una reunión clave para poner en marcha un escudo antidrones y antimisiles que blinde el espacio aéreo comunitario. La iniciativa llega tras una nueva incursión de drones que obligó, por segundo día consecutivo, a cerrar temporalmente el aeropuerto de Aalborg, en Dinamarca. La primera ministra danesa aseguró que “este es solo el comienzo de los ataques” e instó a estar preparados para más incidentes, aunque sin señalar directamente a Moscú. Desde diferentes capitales europeas se ha elevado el tono. El alemán Friedrich Merz advirtió de que se tomarán “todas las medidas necesarias” para disuadir las violaciones del espacio aéreo, mientras que desde Letonia se subrayó la urgencia de invertir en sistemas de defensa contra drones. Todo ello en un clima marcado por la creciente escalada verbal y militar entre Bruselas y Moscú.