Ucrania vive hoy un día de luto oficial tras el bombardeo ruso sobre Kiev ocurrido este jueves, que dejó 25 víctimas mortales, entre ellas cuatro niños. El ataque, uno de los más devastadores en semanas, ha reavivado las dudas sobre la voluntad del Kremlin de alcanzar un alto el fuego. Mientras tanto, líderes europeos como Kaja Kallas y Lars Lokke Rasmussen insisten en que Putin no busca la paz, sino ganar tiempo. La UE y Reino Unido preparan nuevas sanciones a Rusia y ayudas para seguir armando a Ucrania. En paralelo, los bombardeos con drones continúan. Rusia lanzó más de 500 drones y 50 misiles en las últimas horas, mientras Ucrania golpeó refinerías en Samara y Krasnodar. La tensión también se traslada a las calles: en Leópolis, fue asesinado a tiros el expresidente del Parlamento ucraniano, y desde Moscú se responde con indignación a las palabras del presidente francés Emmanuel Macron, quien calificó a Putin de “ogro depredador”. Tres años y medio después del inicio de la invasión, la guerra parece más lejos que nunca de una solución diplomática que lleve a la paz.