En el exterior de la Casa Blanca, el mandatario sirio saludaba complacido. Acababa de ser recibido en el Despacho Oval por Donald Trump. Ahmed Al Shara, exyihadista, es el primer presidente sirio en pisar el suelo de la Casa Blanca, aunque sin el protocolo habitual, entrando por un lateral y a puerta cerrada. La visita culmina su rehabilitación en la escena internacional tras haber estado en la lista negra de terroristas buscados. Ahora Trump dice de él que es un tipo duro que le cae bien y que viene de un lugar muy difícil, y anuncia que se unirá a la coalición internacional para combatir al Estado Islámico. Acuerdo con el mismo hombre que fue conocido por su nombre de guerra, Mohamed Al Jawlani, y por el que Washington llegó a ofrecer una recompensa de 10 millones de dólares por sus vínculos con Al Qaeda. Tras la caída de Bachar el Asad el pasado diciembre, asumía el poder. El pasado mayo, apretón de manos con Trump en Arabia Saudí.