La esperada cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladímir Putin, celebrada este sábado en Alaska, ha concluido sin ningún acuerdo formal. Tras más de dos horas y media de reunión, ambos líderes comparecieron ante los medios sin admitir preguntas y se limitaron a asegurar que se habían producido “avances importantes” en relación con la guerra de Ucrania, aunque no facilitaron ningún detalle. El encuentro fue precedido por un recibimiento con alfombra roja y un ambiente de aparente cordialidad, que incluyó un desplazamiento conjunto en el vehículo oficial de Trump. Durante la breve comparecencia, Putin agradeció la acogida y expresó su deseo de que lo discutido “marque el inicio de una nueva etapa de relaciones prácticas entre Estados Unidos y Rusia”. Trump, por su parte, afirmó que “no hay acuerdo hasta que haya un acuerdo”, pero se mostró optimista y confirmó que ambos mandatarios se verán “muy pronto”. El presidente ruso invitó a Trump a un próximo encuentro en Moscú, invitación que el mandatario estadounidense calificó de “interesante”. Más tarde, en una entrevista televisiva, Trump reveló que se está valorando la posibilidad de una reunión tripartita con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con el objetivo de acercar posiciones hacia un posible alto el fuego. El Kremlin, sin embargo, se ha apresurado a matizar que en la cumbre no se trató la opción de un encuentro a tres bandas.