La Guardia Nacional se despliega a las puertas de edificios federales en Los Áangeles, mientras los manifestantes claman contra las redadas de Trump. Es la cuarta jornada de protestas, al principio pacificas, que luego han dado paso a momentos de tensión. El rastro de los disturbios es evidente en las calles donde algunos muros amanecen con grafitis de “muerte a América”. La ira se ha desatado en una población con más de un 50% de personas latinas, donde ahora se vive con miedo, después de que Estados Unidos haya pasado a arrestar a 3.000 inmigrantes al día. Muchos han vivido como sus familiares no regresaban a casa después de trabajar. Piden su liberación y su derecho a ser escuchados por un juez antes de ser expulsados. Mientras, sigue la tensión entre el Gobierno de Trump y el gobernador de California crece después de que el presidente de Estados Unidos haya movilizado otros 2.000 guardias y 700 marines sin su autorización para tratar de frenar las protestas. Trump lo ha calificado de incompetente, dice que la situación estaba desbordada, y ha llegado a bromear con arrestarlo. Creo que sería algo genial. Ha hecho un trabajo pésimo. Según el presidente, esta violencia es una forma de rebelión contra la autoridad de gobierno, uno de los supuestos que le permite movilizar a la guardia nacional. Cientos de manifestantes han protestado hoy en otras ciudades de estados unidos contra estas redadas.