Una pancarta acusa a Trump de una larga lista de carencias. Ni inteligente, ni digno, ni íntegro, entre otras cosas. Centenares de personas han cumplido hoy su palabra de protestar su visita a Escocia. Allí está el Presidente de Estados Unidos para inaugurar un nuevo campo de golf. Es un viaje que combina la práctica de su deporte favorito con encuentros bilaterales y consejos no pedidos y en tono de exigencia. Unos consejos que mañana domingo podrá repetir cara a cara a la presidenta de la Comision Europea. Ursula Von der Leyen llega a Escocia para intentar un acuerdo de aranceles que frene la amenaza de Trump de imponer el 30 por ciento a las importaciones europeas a partir del 1 de agosto. El lunes se reunirá con el premier britanico Keir Starmer que viaja a su encuentro. La visita escocesa de Trump coincide con el anuncio del presidente francés Macron de que reconocerá el estado palestino en septiembre y con la ruptura de las negocaciones de paz en Doha. Mientras el presidente sigue disfrutando de sus inversiones en Escocia y frente al consulado estadounidense en Edimburgo críticas a su relacion con Jefrey Epstein e insultos con objetos que no dejan lugar a dudas.