Donald Trump quiere recuperar la capital. Insiste en que Washington DC está bajo una situación de anarquía. Anuncia un despliegue de 800 guardias nacionales que puede convertirse en 10.000 asumiendo temporalmente el control del departamento de policía.

Su secretario de Defensa avisa: “Los vas a ver llenando las calles de Washington la semana que viene”

Los índices de criminalidad han bajado en la ciudad tras un pico postcovid, y aunque siguen siendo altos, no parece una emergencia nacional y muchos ven este discurso como intento de tomar las ciudades demócratas. “Suena como una ocupación militar...

No creemos que sea legal usar las fuerzas armadas estadounidenses contra ciudadanos estadounidenses en territorio estadounidense”, afirma un ciudadano.

Mientras, los sintecho tienen miedo de las represalias. Ha habido varias manifestaciones contrarias al plan del presidente que parece no va a acabar aquí.

“Mira Chicago. Está fatal, mira Los Ángeles, está fatal. Nueva York tiene un problema. También Baltimore y Oakland. No vamos a dejar que pase, no vamos a perder nuestras ciudades”, asegura el mandatario.