Dan la oración antes de la mudanza y comienza el viaje. Un remolque adaptado transporta lentamente la iglesia de 600 toneladas con 113 años de antigüedad. Son 5 km de recorrido a un ritmo de 500 metros por hora ante la mirada de 10.000 personas por las calles de Kiruna, al norte de Suecia. Una mina subterránea de hierro será ampliada y podría dañar la emblemática Iglesia de madera roja. Los vecinos, expectantes, lo califican como un acto triste, pero único a la vez. Un traslado que forma parte de un proyecto de 30 años para reubicar a miles de personas y edificios de la ciudad de Laponia. Su nuevo hogar, espera adoptarla en dos días.