Después de arrasar Filipinas y Taiwán, el super tifón Ragasa ha llegado al sureste de China. Con fuertes rachas de viento huracanado y lluvias torrenciales, Hong Kong ya sabe lo que es estar bajo el tifón tropical más poderoso en lo que va de año.

La ciudad se enfrentaba a una alerta 10, la máxima para tifones, antes de su llegada. Las autoridades, por su parte, habían avisado de un posible aumento del nivel del mar. A pesar de haberse preparado cerrando negocios y servicios de transporte, ya hay, al menos, quince fallecidos.

El fuerte viento ha provocado olas enormes, que chocaban contra la costa de Stanley Beach, haciendo que el mar se colara en las calles más cercanas. Eso, junto a las fuertes precipitaciones, ha causado numerosas inundaciones, tanto de la vía pública como de viviendas y negocios. Los daños materiales, según parece, son ya muy elevados.

La ciudad, por el momento, ha bajado la alerta de 10 a 8, y continúa cerrada. Se prevé que este tifón toque tierra a unos 100 kilómetros de Hong Kong en las próximas horas, en la zona de la costa sur de China.