Una pareja coge a su hijo en brazos y los tres se guarecen bajo el umbral de una de las puertas de su casa. Los perros ladran y las lámparas no dejan de moverse. Así ha vivido una familia el terremoto de magnitud 7,0 que ha sacudido el noreste de Taiwán en la noche de este sábado. El temblor se produjo a las 23:05 hora local del sábado (15:05 GMT) con epicentro marino, a 32,3 kilómetros al este de la sede del Gobierno del condado de Yilan, y a una profundidad de 72,8 kilómetros, de acuerdo con la Agencia Meteorológica Central. No se han contabilizado víctimas y los daños materiales están bajo control. El transporte se ha reanudado, si bien las autoridades prevén réplicas durante varios días y piden precaución a la población.