Un grupo de aficionados del Aston Villa expresó su enfado con la policía en medio de la tensión que se vivió durante el partido de la Europa League de su club contra el Maccabi Tel Aviv.

Dado que los equipos deportivos israelíes han sido el foco de las protestas propalestinas durante el conflicto de Gaza, y que el Villa inicialmente había anunciado que, siguiendo recomendaciones policiales, no permitiría la entrada a los aficionados visitantes, el Maccabi, a regañadientes, optó por no aceptar entradas para los seguidores visitantes.

La policía de West Midlands informó que habría una fuerte presencia policial en el centro de Birmingham, ciudad con una gran población musulmana, y en los alrededores del estadio.

Se observó a agentes patrullando la zona exterior del estadio y a un pequeño grupo de manifestantes reunidos con pancartas propalestinas.

Justo antes del inicio del partido, un grupo de aficionados del Aston Villa pasó por el lugar de la protesta e intercambió insultos con los manifestantes, antes de gritar a la policía.

Aficionados y manifestantes fueron mantenidos separados, y durante ese incidente en particular, no se realizaron arrestos.

La decisión inicial de prohibir la entrada de los aficionados del Maccabi al partido del Aston Villa fue rechazada por el Gobierno británico, pero el club israelí decidió mantener a sus seguidores alejados debido al ambiente tenso.