Los residentes de las zonas afectadas por las lluvias torrenciales en el este de México tratan de recuperarse de las devastadoras inundaciones. La ayuda humanitaria llega poco a poco a la zona y los supervivientes que se han quedado sin hogar hacen noche donde pueden.

Los trabajos para recuperar el servicio eléctrico continúan y se trabaja a marchas forzadas para drenar el agua estancada en las localidades anegadas.

Al menos 72 personas han muerto en esta tragedia, mientras que 48 personas permanecen desaparecidas y se estima que las inundaciones han afectado a más de 100.000 hogares.