El equilibrista Jaan Roose cruza de Asia a Europa por la cuerda floja
La caminata a lo largo de más de 1.000 metros sobre el Bósforo se prolongó 47 minutos

El pasado 15 de julio, el deportista estonio cruzó el Estrecho del Bósforo a 165 metros del suelo. Lo hizo a través de una cuerda floja que empezaba en el lado asiático de Estambul y terminaba en el lado europeo. Una hazaña nada fácil si tenemos en cuenta que bajo sus pies Roose tenía una carretera por la que no paraban de pasar coches. A sus pitidos se sumaba el ruido de aviones y helicópteros. Tras completar la gesta, el joven destacó la “increíble belleza natural que pudo apreciar desde las alturas y dijo: “Además de conectar dos continentes, el Bósforo tiene un significado histórico y cultural que se remonta a hace miles de años”.
-Redacción-