Lloran a algunos de los muertos en el último ataque israelí en Jan Yunis, en el sur de la Franja. Según fuentes gazatíes, golpeó una escuela en la que se cobijaban palestinos desplazados. Desesperación a la que se suma la falta de ayuda humanitaria. Su reparto ha sido suspendido hoy después de escenas como estas ayer. Palestinos huyendo de disparos producidos mientras esperaban conseguir algo de comida, tiroteos cerca de puntos de reparto que, en tres días, han dejado 58 muertos, según fuentes gazatíes. En el incidente de ayer el ejército israelí dijo que disparó a sospechosos que se desviaban de la rutas de acceso designadas.

La controvertida organización privada encargada de repartir la ayuda desde la semana pasada (y respaldada por Estados Unidos e Israel) dice que reanudará la actividad mañana, entre fuertes críticas de la ONU por la gestión del reparto, en una Gaza sin esperanza.