Con buques de guerra y lanchas de intervención rápida, los soldados israelíes van abordando uno a uno los barcos de la Global Sumud Flotilla. El Florida fue interceptado al amanecer. Los activistas esperan dentro de la cabina, con los chalecos puestos y las manos en alto. La llegada de los militares, con los subfusiles en la mano. Los integrantes de otro de los buques de la Flotilla, el capitán Nikos, tiran sus móviles al agua para evitar que sean confiscados y los israelíes puedan acceder a su información y a sus contactos. Lo hacen justo antes de ser obligados a salir con las manos en alto. Tal y como graban las cámaras de seguridad de la embarcación que poco después se van a negro perdiendo toda comunicación. Un epílogo de más de 12 horas que comenzó de noche con la luna menguante y el aviso de una soldado israelí. "Se acercan a una zona bloqueada. Si desean entregar ayuda a Gaza, pueden hacerlo a través de los canales establecidos. Por favor, cambien de rumbo", pedía con tranquilidad. La misma con la que se llevaron a la activista Greta Thunberg. A la que han ayudado, incluso a ponerse la chaqueta, tal y como muestran las imágenes facilitadas por el ejército israelí que, según los activistas, ha empleado chorros de agua y bombas aturdidoras en un abordaje plagado de momentos de tensión.