El domingo, Pedro Sánchez compareció para anunciar que España será la excepción de la OTAN y que invertirá en Defensa menos que el resto de países miembros. Un 2,1% del PIB en vez del 5% que su principal contribuyente, Estados Unidos, exige a la Alianza.

Aunque posteriormente se ha sabido que esa cifra no era exactamente lo acordado. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, aseguró ayer en rueda de prensa que contemplaba las intenciones de España de lograr el compromiso militar con menos de un 5% del PIB y daba flexibilidad a Madrid para lograrlo. Pero en ningún caso daba su visto bueno a una inversión de solo el 2,1%. Rutte no ve posible que España pueda quedarse en el 2,1% que anunciaba el presidente. "España también ha acordado los objetivos. De hecho, cree que puede alcanzarlos con un porcentaje del 2,1%. La OTAN está absolutamente convencida de que España tendrá que invertir el 3,5% para lograrlo".