Entre las llamas varios bomberos intentan extinguir el fuego provocado por los ataques rusos en Jarkov. Ocurría esta noche, cuando decenas de drones y misiles fueron dirigidos a varias ciudades ucranianas. Las defensas aéreas interceptaron muchos de ellos, pero no todos. Algunos lograron impactar. En Sumy hay al menos tres personas muertas y casi una veintena de heridos. Misma imagen en Chernígov, donde los bomberos buscaban calmar a las familias próximas al ataque, o en Odesa, poniendo a varios vecinos a salvo. Además, en el puente de Crimea, Ucrania detonaba más de 1000 kilos de explosivos sin víctimas civiles, pero sí estructurales. La escalada ocurre horas después del ataque ucraniano del domingo, donde más de 40 de aviones rusos quedaron destruidos, entre ellos, bombarderos utilizados por Moscú para lanzar misiles de largo alcance. Una nueva oleada de violencia que parece esquivar cualquier intento de tregua.