Las protestas contra el Gobierno en Serbia se intensificaron este sábado, 16 de agosto, con la intervención de la policía en Belgrado mediante gases lacrimógenos y vehículos de control de multitudes para dispersar a los manifestantes. Las movilizaciones se extendieron también a otras localidades tras varias denuncias de abusos por parte de las fuerzas de seguridad. Entre ellas, destaca el caso de un joven de 25 años supuestamente gravemente herido en Valjevo el jueves, según declaró su padre a la agencia Beta. La misma agencia asegura que menores de 15 y 17 años habrían sido detenidos y golpeados durante una protesta convocada por estudiantes de secundaria. El Ministerio del Interior serbio ha rechazado estas acusaciones. La comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa ha expresado su preocupación por la situación, recordando los persistentes problemas en materia de derechos fundamentales. Las protestas comenzaron hace meses tras el derrumbe del tejado de una estación de tren en Novi Sad, que causó 16 muertos. Hasta esta semana habían sido mayoritariamente pacíficas.