Atentos a cada palabra de Trump, los familiares de los secuestrados por Hamás creen que el plan de paz es una buena noticia, pero tienen miedo a ser optimistas, porque ya han pasado por otros acuerdos dinamitados. En Jerusalén hoy los titulares van directos a la primera grieta en los 20 puntos: "No habrá un Estado palestino", según aclaración posterior de Netanyahu. El radical ministro israelí de Finanzas se ha desmarcado. Smotrich critica a Netanyahu porque al aceptar el plan de Trump ha perdido, dice, la oportunidad histórica de liberarse de las ataduras de los Acuerdos de Oslo. Los palestinos en Gaza, por su parte, creen que el plan favorece solo a los intereses de Estados Unidos e Israel. Tampoco en Cisjordania el plan de paz es bienvenido por suprimir el Estado palestino y por el papel supervisor de Donald Trump. Escépticos, además, ante la posible respuesta de Hamás y su exigencia de no renunciar al desarme hasta el establecimiento de un Estado palestino.