Una brutal operación policial desarrollada el 28 de octubre en las favelas Complexo da Penha y Complexo do Alemão, en Río de Janeiro, dejó un saldo de al menos 132 muertos, incluidos cuatro policías, lo que la convierte en la intervención más letal en la historia reciente de la ciudad. Al amanecer del 29 de octubre, residentes encontraron y trasladaron a una plaza decenas de cuerpos recuperados de áreas boscosas, varias personas con signos de tortura, heridas de bala y arma blanca. La llamada "Operación Contención", que movilizó a cerca de 2,500 agentes y contó con uso de vehículos blindados, helicópteros y drones, tenía como objetivo detener a líderes de la banda criminal Comando Vermelho, responsables del control de esas comunidades. Durante la acción, narcotraficantes respondieron con barricadas incendiadas, ataques con drones y granadas, generando intensos enfrentamientos. Más de cien personas fueron arrestadas.