Así fue la Operación Martillo de Medianoche de Estados Unidos contra Irán
La ofensiva contó con los bombarderos B-2 y la conocida bomba antibúnker GBU-57
Operación Martillo de Medianoche. Y a esa hora, las 00:00 del sábado, parten de la base de la fuerza aérea de Whiteman, en Misuri, 7 bombarderos B-2 y un avión cisterna. Va a ser el mayor ataque operativo de la historia con esos aviones: 18 horas de vuelo ininterrumpido, con repostaje en el aire y las comunicaciones al mínimo para evitar cualquier interceptación. A la llegada a Oriente Próximo se suman cazas raptor F-22 en labores de escolta. "Los cazas iraníes no volaron, y parece que sus sistemas de misiles tierra-aire no nos detectaron. Durante toda la misión, mantuvimos el factor sorpresa", ha dicho el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor. Así, a la una menos veinte de la madrugada hora iraní, 2:10 en España, comienza el bombardeo. 20 minutos. Con una protagonista, la GBU-57. Primera vez que se utiliza en combate. 13600 kilos y capacidad para penetrar hasta 60 metros de profundidad, como un edificio de 20 pisos. Le llaman la antibúnker, ideal para alcanzar una instalación subterránea fortificada como la de Fordo, el principal objetivo del ataque. Allí se ha enriquecido uranio casi al 90%, lo que ha justificado la ofensiva. De hecho, en 2019, Estados Unidos construyó una réplica e hizo una prueba. Confirmó que necesitaría múltiples impactos. 12 se han lanzado. En la imagen de satélite se aprecia el terreno, la montaña bajo la que se oculta antes del ataque y el después, con los agujeros que han dejado los proyectiles. Otros dos han ido contra la segunda instalación, la de Natanz, rematada con misiles Tomahawk, disparados por submarinos y navíos de la Armada desde el golfo de Omán, a más de 600 kilómetros, que también han impactado, contra el tercer punto, el centro tecnológico nuclear de Isfahán, en pleno corazón del país.