Si se mira a Derrick, un burro muy peludo, podría parecer que no tiene nada especial, pero si se le pone al lado de sus compañeros de granja, la cosa cambia. Se trata del burro más alto del mundo y su nombre estará dentro del conocido libro de los Record Guiness. Otro burro, también del mismo santuario de burros, tiene las orejas más largas. Aunque pareciera que ellos se llevan el más sorprendente de los reconocimientos, un cerdo, Norbert, ha conseguido patinar 10 metros a una velocidad mayor que nunca. Pero no todo se queda en el mundo animal, a Kainli un movimiento repetido en la barra de gimnasia durante 30 segundos, el mayor número de veces posible, le ha otorgado el récord Guinness. Mientras, a Steve se lo otorga la curiosidad más que la constancia. Construyó el coche plátano más largo del mundo. Un reconocimiento que no siempre llega cuando se busca. Es el caso de Nicole, que levanta la piedra más pesada del mundo.