Las bombas israelíes caen un día más sobre una Ciudad de Gaza devastada. El fuego y el humo salen de un edificio completamente calcinado. Otra torre residencial que Israel ha reducido a escombros sepultaba a la pequeña Noor, de 5 años. Su madre gritaba implorando ayuda para rescatarla, pero cuando llega ya es demasiado tarde; nada pueden hacer por su única hija. El Ejército israelí ha intensificado su ofensiva también por tierra. Los tanques entran en la capital de la Franja para hacerse con su control. Mientras, continúa el éxodo de los gazatíes hacia el sur. Netanyahu va a por todas y cree que la toma de la capital doblegará a Hamás, que hoy ha recurrido a la guerra psicológica con un nuevo vídeo de uno de los 20 rehenes que siguen vivos. Alon Ohel, de 24 años, dice que estos son sus “últimos días”. Un mensaje claro y contundente para el primer ministro israelí. Netanyahu también ha lanzado el suyo: no habrá Estado palestino. Hoy ese reconocimiento en Francia y el Reino Unido se ha celebrado con el izado de la bandera palestina en edificios oficiales.