Nada más subirse al atril para intervenir ante la Asamblea, la mayoría de las delegaciones ha abandonado la sala. España ni siquiera ha asistido. Un boicot generalizado al primer ministro israelí que se ha quedado prácticamente solo entre gritos y abucheos. Un desafiante Netanyahu ha negado que su Gobierno esté cometiendo un genocidio en Gaza. ¿Acaso los nazis pidieron a los judíos que abandonaran las ciudades?, ha preguntado. Y por negar, ha negado la hambruna. “Sino tienen suficientes alimentos es porque Hamás los roba”, ha asegurado. Nentayahu, además, quería que su mensaje llegara a los rehenes retenidos en Gaza. Por eso en la frontera, el Ejército ha colocado unos altavoces. "No os hemos olvidado, ha dicho Nentayahu, y no descansaremos "hasta traeros a todos a casa". Pero para ello deben finalizar el trabajo, ha dicho, y queremos hacerlo lo más rápido posible. Netanyahu ha calificado de "vergonzoso" el reconocimiento del Estado palestino, nombrando a Francia o al Reino Unido. Y ha subrayado que permitir la creación de un Estado palestino contiguo a Israel “sería como darle un Estado a Al Qaeda al lado de Nueva York después del 11-S. Protestas contra Nentayahu dentro y también fuera de la ONU. En Times Square miles de personas se han manifestado contra el primer ministro israelí.