Residentes de la ciudad de Minneapolis, en Minnesota, han celebrado este pasado jueves una misa para orar por las víctimas del tiroteo que tuvo lugar el miércoles durante una misa de inicio de curso para los niños de la escuela católica Annunciation. La tragedia se llevó la vida de dos niños, e hirió a otras 18 personas, entre maestros y niños, incluyendo a un niño que fue trasladado al hospital en estado crítico. El tirador, identificado como Robin Westman, de 23 años, cargaba con un rifle, una pistola y una escopeta. Fue hallado muerto tras disparar varias veces a las vidrieras de la iglesia, y compartir una nota de suicidio en su canal de YouTube, en la que compartía su lucha contra la ira y la depresión, la creencia de que su muerte estaba cerca por fumar váper, y hacía referencia a tiroteos mortales en escuelas de EEUU. El FBI está investigando el ataque como terrorismo doméstico.