La ciudad de Jan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, vivió este viernes una escena conmovedora: miles de residentes palestinos caminaron entre ruinas y viviendas destruidas para regresar al que antes fue su hogar, tras entrar en vigor el alto el fuego acordado entre Israel y Hamás. La mayoría recorrió a pie las calles devastadas por la ofensiva israelí, en un ambiente de destrucción total. El acuerdo, ratificado durante la madrugada por el Gobierno de Israel y la dirección de Hamás bajo la mediación directa del presidente estadounidense Donald Trump, contempla la liberación de los últimos rehenes israelíes detenidos por Hamás en un plazo máximo de 72 horas, a cambio de la excarcelación de 250 presos palestinos con condenas largas y otros 1.700 detenidos durante la guerra. El alto el fuego se activó al mediodía y las tropas israelíes iniciaron una retirada parcial de los principales núcleos urbanos gazatíes, aunque mantiene el control sobre aproximadamente la mitad del territorio del enclave. Se espera que en las próximas horas un flujo masivo de ayuda humanitaria, incluyendo alimentos y medicinas, llegue a Gaza y beneficie a cientos de miles de civiles que han tenido que refugiarse en tiendas tras la destrucción de sus hogares.