El canciller alemán, Friedrich Merz, se ha emocionado al recordar el Holocausto que ha definido como un acto “monstruoso” y “radicalmente perverso” que buscaba el exterminio del pueblo judío. Merz no ha podido reprimir las lágrimas al apelar a la necesidad de ayuda de los pueblos que sufren este tipo de crímenes de lesa humanidad. “Mirando atrás, sabemos que aquella masacre de noviembre de 1938 fue solo el preludio del crimen de lesa humanidad que fue el Holocausto, el intento de exterminar sistemáticamente, incluso industrialmente, al pueblo judío. Un acto tan monstruoso, tan radicalmente perverso que, como dijo la gran pensadora judío-alemana Hannah Arendt, simplemente no debería haberse permitido entre nosotros, los humanos. (Se quiebra la voz, hace una pausa). Querida Sra. Salamander (pausa), usted creció como hija de supervivientes del Holocausto en un campo de desplazados cerca de Múnich, como acaba de mencionar en su discurso. En uno de sus libros escribió que, de niña, se preguntaba constantemente si nadie había ayudado a los judíos. (Contiene las lágrimas). Sin aferrarnos a la esperanza de una respuesta positiva —escribió—, sin aferrarnos a la ingenua expectativa de ayuda que tiene un niño, estaríamos perdidos como seres humanos”, ha dicho durante su discurso en la reapertura de una sinagoga en Múnich.