La 'maldición' de algunos presidentes latinoamericanos
Jair Bolsonaro se une a la lista de exmandatarios de la región que acaban en la cárcel
Parece una maldición. En Perú todos sus mandatarios, de izquierda o de derecha, desde la época de Fujimori han terminado procesados o condenados, en la mayoría de los casos por corrupción. Alan García se libró, sí pero porque se suicidió de un disparo antes de su detención. Mientras el ecuadoriano Rafael Corera sigue prófugo de la justicia, ésta en Bolivia ha llevado a prisión Jeanine Áñez, condenada a 10 años por irregularidades en su ascenso al poder; y acorralado Evo Morales, por trata de una menor. Aunque los casos más recientes son los de la argentina Cristina Fernández y el colombiano Álvaro Uribe, el más convulso y mediático fue en su día el de Lula da Silva. El actual presidente también fue condenado en su caso por corrupción, encarcelado durante 580 días, y absuelto por el Supremo por defectos en el proceso. Como ahora con Bolsonaro, Brasil se partió en dos.