Los Macron no se cruzan de brazos antes las difamaciones y pretenden frenarlas en los tribunales. A golpe de demanda defienden sus derechos, pero los procesos judiciales lejos de apagar los rumores sobre la transexualidad de Brigitte Macron, los aviva. De hecho, hoy se juzga a diez personas por seguir alentando el supuesto bulo sobre que Brigitte Macron nació hombre, cuestionar su género, su sexualidad e incluso equiparar la diferencia de edad entre ella y el presidente Emmanuel Macron con una supuesta “pedofilia”. En las redes, los procesados piden pruebas de ADN para zanjar el asunto, como la médium Amandine Roy, mientras siguen difundiendo sus ideas, o en las estanterías de las librerías, donde otro acusado, Zoe Sagan, sigue vendiendo sus libelos. Con este son tres los procesos abiertos, dos en Francia y uno en Estados Unidos, y la Justicia francesa ha dado la espalda a los Macron. Considera que estas informaciones no suponen un ataque a su honor. El tribunal de casación tendrá la última palabra.