El principal sospechoso de la desaparición en 2007 de la niña británica Madeleine McCann en Portugal ha salido hoy de la cárcel después de cumplir una condena de siete años por un delito sexual no relacionado con la desaparición de la niña. En un coche con los cristales tintados y rodeado de fuertes medidas de seguridad ha abandonado la prisión alemana de Sehnde. Está en libertad a pesar de haberse negado a recibir terapia durante estos años y de los informes psiquiátricos que apuntan a que es potencialmente peligroso y volverá a delinquir. Además de la condena por la que ha estado encarcelado, tiene otras por abuso infantil y tráfico de drogas. Su pasaporte ha sido cancelado, llevará una etiqueta electrónica y deberá declarar un lugar de residencia del que no puede salir sin permiso. Las policías de Gran Bretaña, Alemania y Portugal, que lo han identificado como su principal sospechoso, llevan mucho tiempo buscando pruebas que lo vinculen de forma concluyente con el caso de Madeleine.