Guido Crosetto, el ministro de Defensa italiano, ha anunciado hoy el envío de un segundo buque de apoyo a la famosa Global Sumud Flotilla, que se está encargando de llevar ayuda humanitaria a Gaza. Ha ocurrido después de que estos barcos fueran atacados durante tres horas por 12 drones mientras navegaban por aguas griegas, a unos 56 kilómetros de la isla de Gavdos. Ayer miércoles Italia ya envió una primera fragata como respuesta inmediata para proteger a sus compatriotas. Entre los pasajeros de estos 50 barcos se encuentran personalidades de varios países dedicados al derecho y al activismo, como Greta Thunberg. Denuncian que el último ataque ha afectado a 11 de sus naves y que se ha producido con granadas aturdidoras y polvo irritante sin dejar víctimas. Afirman que el responsable es Israel, y que el motivo es su intención de romper el bloqueo naval que este país ejerce sobre la Franja de Gaza. Crosetto, aunque condena los ataques, ha pedido a la flotilla dejar la carga que llevan en Chipre, y que sea la Iglesia Católica de Jerusalén quien lo reparta para no aumentar la tensión con Netanyahu, que no ha admitido los ataques, pero sí ha advertido a los activistas que se atengan a las consecuencias si atraviesan su barrera marítima. Una idea alternativa con la que Israel y Chipre están de acuerdo. Georgia Meloni, por su parte, no parece comprender la insistencia de la flotilla en llegar a su destino. Según ha declarado ante algunos medios, opina que su iniciativa es gratuita, peligrosa e irresponsable, y les exige que acepten su propuesta.