Son supuestamente dos agentes del Mossad en suelo iraní. La prueba, según Israel, de que fueron capaces de construir una base con drones varios meses antes de lanzar la llamada Operación León Creciente. Unos drones que se activaron anoche para atacar los sistemas de defensa aérea iraníes y sus lanzaderas de misiles. Más de 200 aviones de combate han bombardeado y bombardean de nuevo esta tarde instalaciones nucleares, como la de Natanz, y fábricas de misiles balísticos, incluso en Teherán. Una operación sin precedentes con tres objetivos: dañar su programa nuclear, degradar sus capacidades de defensa y eliminar a la cúpula militar y científica del país en ataques selectivos. En uno de ellos ha sido asesinado Husein Salami, el jefe de la Guardia Revolucionaria. Bombardeos que han alcanzado también zonas residenciales. Irán habla de decenas de muertos y promete venganza. El régimen asegura que se van a abrir las puertas del infierno para Israel. La respuesta será proporcional. De momento ha lanzado un centenar de drones contra Israel tras un ataque contra Irán de consecuencias imprevisibles.