Calle a calle, las tropas israelíes se adentran en Ciudad de Gaza, convertida ya en escombros. Rastrean cada casa, cada edificio en esta nueva fase de la ofensiva terrestre. Un dron capta cómo los tanques disparan proyectiles y avanzan terreno. No solo por tierra, también por aire, los bombardeos se intensifican y las escenas de pánico se repiten. Ataques que se han cobrado con al menos 40 víctimas mortales en las últimas horas, según las autoridades gazatíes. Cerca de 600.000 habitantes se resisten a abandonar la ciudad. Aviones israelíes lanzan folletos y piden con urgencia que evacúen la capital. Los que siguen tratando de huir al sur lo hacen con una imagen devastadora a sus espaldas. Es el segundo día de huida y miles de familias exhaustas se vuelven a agolpar en carreteras atascadas. Lo hacen a contrarreloj, ya que el Ejército israelí abrirá una segunda carretera sólo durante 48 horas para el éxodo. Cargan sus pertenencias en coches, carros, bicicletas o incluso a cuestas. No importa el medio, el objetivo es huir cuanto antes de la muerte.