Una gran marea de gente carga con sacos de suministros blancos al hombro. Cientos de palestinos llenan las calles de una ciudad al norte de la Franja de Gaza por donde previamente han pasado los camiones cargados con ayuda humanitaria. A ambos lados de la calle, cientos de palestinos esperan conseguir la ayuda que se cae de los vehículos, y subidos en ellos, decenas de personas intentan conseguir los alimentos antes de que lleguen a su destino. Sin embargo y a pesar de esa gran marea blanca, la ayuda es insuficiente para la hambruna que sufre Gaza. Israel ha aflojado la mano y permite la entrada de camiones gota a gota, pero denuncia que cuando entran, estos son secuestrados por lo que afirman que son milicianos de Hamás. Mientras, en la Franja se mueren de hambre, los camiones esperan en los pasos habilitados cargados con la más que necesaria ayuda para insuflar vida a los gazatíes.