Los hospitales de Gaza, al borde del colapso: bebés prematuros comparten incubadoras por falta de combustible
Los médicos agrupan a los recién nacidos en incubadoras por la escasez de combustible que amenaza los hospitales
En el hospital Al-Helou de Ciudad de Gaza, los médicos advierten de que la falta de combustible está poniendo en riesgo la vida de los recién nacidos y bebés prematuros. Ante la imposibilidad de mantener operativas todas las incubadoras, el personal sanitario se ve obligado a introducir a varios bebés en un mismo dispositivo, lo que incrementa el riesgo de infecciones y complica gravemente la atención médica. Nasser Balbal, jefe del departamento neonatal del centro, denuncia que la escasez de electricidad y de generadores funcionales está paralizando los servicios, provocando ya la muerte de algunos pacientes. “Hacemos un llamamiento para que se proporcionen generadores eléctricos y combustible en cantidades suficientes que nos permitan seguir ofreciendo atención médica”, reclamó. Por su parte, el pediatra Ziad al-Masry explica que la situación les obliga a adoptar medidas extremas: “Tenemos que agrupar a varios bebés en una sola incubadora, lo cual facilita la propagación de enfermedades y dificulta el tratamiento individualizado”. El colapso sanitario se intensifica en medio del conflicto, que ya dura 21 meses y ha devastado los servicios médicos en la Franja de Gaza. Los profesionales alertan de que el agotamiento del combustible puede dejar los hospitales completamente a oscuras y sin capacidad de respuesta. Un portavoz militar israelí indicó que desde el miércoles 9 de julio han entrado en Gaza unos 160.000 litros de combustible destinados a hospitales y otras instalaciones humanitarias, aunque subrayó que la distribución interna no depende de Israel. Gaza, con una población de más de dos millones de personas, estaba ya bajo un prolongado bloqueo liderado por Israel antes de que estallara la guerra con el grupo terrorista Hamás. Desde el inicio del conflicto, médicos y civiles han acusado al Ejército israelí de atacar infraestructuras sanitarias, acusaciones que el gobierno israelí niega. Israel sostiene que Hamás opera desde centros médicos y utiliza sus instalaciones como cobertura para sus operaciones militares, algo que el grupo niega categóricamente. Según datos de Naciones Unidas, solo la mitad de los 36 hospitales generales de Gaza continúa operativa, y solo de manera parcial. Israel impuso un bloqueo total a Gaza a comienzos de año durante casi tres meses. Posteriormente lo alivió parcialmente mediante un sistema alternativo, respaldado por Estados Unidos e Israel, que evita en gran medida la participación de la ONU. Las autoridades israelíes acusan a Hamás de desviar la ayuda humanitaria, algo que el grupo palestino niega. La actual ofensiva militar comenzó en octubre de 2023, tras el ataque de milicianos liderados por Hamás en el sur de Israel, que dejó alrededor de 1.200 muertos y 251 personas secuestradas, según cifras oficiales israelíes. En respuesta, la ofensiva israelí ha causado más de 57.000 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud del enclave, solo en bombardeos. La operación ha provocado una grave crisis alimentaria, ha desplazado internamente a casi toda la población y ha generado acusaciones internacionales de crímenes de guerra y genocidio, que Israel rechaza.