Las autoridades de Hong Kong accedieron este sábado 29 de noviembre al complejo residencial donde un incendio dejó 128 fallecidos, el siniestro más mortífero registrado en la ciudad en casi ocho décadas. Agentes de la unidad policial especializada en identificación de víctimas, equipados con monos blancos, cascos y máscaras de oxígeno, entraron en uno de los bloques carbonizados para continuar la búsqueda de restos, según pudo observar un testigo de Reuters. Hasta el momento, once personas han sido detenidas en el marco de la investigación, que examina posibles prácticas corruptas y el uso de materiales inseguros durante obras de reforma en el complejo Wang Fuk Court. La cifra de fallecidos podría seguir aumentando, ya que alrededor de 200 personas continúan desaparecidas varios días después del incendio.