Un ataque en Marsella, al sureste de Francia, ha dejado a cinco personas heridas, una de ellas de gravedad. El hombre estaba armado con un gran cuchillo y atacó a personas en el interior de un hotel en Marsella por haber sido expulsado de la habitación en la que se alojaba ya que había dejado de pagar. Después amenazó a personas que pasaban por la calle hasta que varios policías vestidos de paisano lo acorralaron. El asaltante no soltaba su arma, por lo que la policía lo tuvo que reducir mediante disparos que acabaron con su vida. El atacante era tunecino y tenía antecedentes penales. El fiscal Nicolas Bessone no ha considerado que fuese un ataque terrorista, pero todavía tienen elementos que investigar.