Era tras una reunión con el presidente ucraniano cuando Trump sorprendía con un giro de 180 grados en su postura, porque en su red social aseguraba que Ucrania podría recuperar todo el territorio ocupado por Rusia y volver a sus fronteras originales con el apoyo de la Unión Europea. Justamente lo contrario de lo que ha venido proclamando hasta ahora, que Kiev tenía que resignarse a ceder territorio como parte de un posible acuerdo de paz. Ante la ONU destilaba decepción con el mandatario ruso. Ahora Trump alaba a Zelenski en una reunión en las antípodas de la de febrero, con bronca al ucraniano en el Despacho Oval o de la alfombra roja con Putin en verano. Ahora, a la pregunta de si los países de la OTAN deberían derribar aviones rusos si invaden su espacio aéreo, Trump dice que sí. El desafío ruso está sobre la mesa en el Consejo de Seguridad de la ONU. Mientras, el presidente ucraniano agradece el giro de Trump como factor decisivo en la guerra.