Más de 900.000 residentes de Manila, en su mayoría pobres, han sido evacuados de las zonas más vulnerables de Filipinas ante la inminente llegada del supertifón Fung-wong, que este domingo comenzó a azotar la isla principal de Luzón. Las autoridades han suspendido las clases y la actividad laboral en varias regiones, incluida el área metropolitana de Manila. Fung-wong, conocido localmente como Uwan, podría tocar tierra esta misma noche en la provincia de Aurora. El archipiélago del sudeste asiático aún se recupera de los estragos causados por el tifón Kalmaegi, que dejó 224 muertos en Filipinas y cinco en Vietnam. El nuevo tifón alcanza vientos sostenidos de 185 km/h y rachas de hasta 230 km/h. Las provincias de Catanduanes, Camarines Sur y Aurora se encuentran bajo la máxima alerta (señal 5), mientras que Manila y las zonas cercanas permanecen en nivel 3.