Vídeo AP-LaPresse/Agencia Atlas - Encender la leña y acercarse al fuego es uno de los planes más típicos de la temporada invernal. En algunos países como Reino Unido las chimeneas han ganado mucha popularidad. En gran parte debido al aumento de los costos de energía. El problema es que esta forma de calentar los hogares es una de las más contaminantes para el planeta. Y esta información no la tiene todo el mundo. "No hay una conversación pública sobre los impactos en la salud de la quema de leña. La gente necesita saber esto", explica la directora de la iniciativa Aire Limpio. Los asmáticos, como el hijo de Ruth, son los otros grandes perjudicados. Ella asegura que con frecuencia puede oler el humo de la madera que entra en su casa por las ventanas. "No solo lo está respirando afuera, también en casa, en lo que se supone que es un ambiente seguro y no hay absolutamente nada que pueda hacer". La Organización Mundial de la Salud ya se ha pronunciado al respecto. Declaran que por el momento no existe un nivel seguro de exposición a partículas de leña quemada y que se requiere más investigación sobre los riesgos que conlleva.

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