La dirigente del partido Pan-Bol y estrecha colaboradora de Evo Morales, Ruth Nina, fue trasladada este sábado 27 de julio a una cárcel de mujeres en Cochabamba, donde cumplirá 90 días de detención preventiva por orden de la justicia boliviana. La medida se enmarca en una investigación por las declaraciones que Nina realizó durante un acto público, en las que advirtió que las elecciones presidenciales previstas para el 17 de agosto podrían “contarse en muertos y no en votos” si el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no habilitaba la candidatura de Morales. Antes de ingresar en prisión, la líder política afirmó que era “un honor” entrar en la cárcel por defender la postulación del exmandatario. Morales, por su parte, ha denunciado una “proscripción política” tras la decisión del TSE de excluirlo del proceso electoral por haber vencido el plazo legal de inscripción. Tanto Pan-Bol como Evo Pueblo —la nueva sigla impulsada por Morales— carecen de reconocimiento legal. Sus seguidores han advertido que se movilizarán si el TSE no rectifica, al considerar que los comicios no serán democráticos sin su participación. El caso reaviva la tensión política en Bolivia, donde el futuro de las elecciones sigue rodeado de incertidumbre jurídica y protestas latentes.