Un grupo de ciudadanos pro-ucranianos desplegó este viernes una bandera gigante de Ucrania en Anchorage, en Alaska, como gesto de apoyo al país invadido, coincidiendo con la celebración de la cumbre entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladímir Putin. El encuentro bilateral, celebrado en una base aérea de EE. UU., terminó sin avances ni compromisos para frenar la ofensiva rusa. Trump recibió a Putin sobre una alfombra roja, con un saludo cordial antes de trasladarse juntos en limusina al lugar de las conversaciones. Tras la reunión, Trump declaró en una entrevista televisiva que retrasará la imposición de nuevos aranceles sobre China por la compra de petróleo ruso, aunque sí se plantea gravar con un 25 % las importaciones procedentes de India. También sugirió la posibilidad de organizar próximamente un encuentro entre Putin y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, sin aportar detalles. Putin, por su parte, insistió en que para alcanzar una paz duradera es necesario abordar “las causas del conflicto”, mostrando escasa disposición a un alto el fuego.